
La ceremonia se realizó en la explanada de la iglesia de Piedra Blanca, a poco metros de la casa de adobe donde nació en 1826. Unos dos mil fieles siguieron la transmisión a través de pantallas en un predio cercano.
Se incineraron las primeras evidencias autorizadas desde que la provincia asumió el control del combate del microtráfico con enfoque local. “Esta droga no vuelve más a estar circulando y deja de ser un peligro”, destacó el ministro de Seguridad, Matías Nicolini.
Así lo aseguró el gobernador Rolando Figueroa. Remarcó la importancia de que “el poder tributario originario que tienen las provincias, vuelva a las provincias”.
Todos los acusados deberán asistir a la próxima audiencia.