Pena de 4 años y 6 seis meses por intento de robo en una oficina

A instancias de una investigación de la fiscalía de Robos y Hurtos, Simón Pedro Díaz fue condenado a prisión efectiva por el intento de robo en una oficina de un edificio en el centro de la ciudad de Neuquén.

Locales31/12/2023
Neuquen aereo

La fiscal del caso Soledad Rangone, había requerido una pena de 7 años de prisión efectiva, más las costas del proceso y la declaración de tercera reincidencia. Y el tribunal de jueces que intervino, resolvió fijarla en 4 años y 6 meses, más de la declaración de tercera reincidencia y la imposición de costas. La escala penal que estaba en discusión oscilaba entre 1 año y 6 meses y 9 años y 8 meses de prisión. 

A fines de noviembre pasado, Díaz fue declarado responsable penal del delito de tentativa de robo con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada, en concurso ideal con tenencia de arma de fuego de uso civil condicional en concurso real con encubrimiento, en concurso ideal con tenencia de arma de fuego de uso civil, todo en carácter de autor. 

La teoría del caso que impulsó el Ministerio Público Fiscal en el juicio fue que el hecho ocurrió el 2 de febrero de 2022, cerca de las 12. Díaz, junto a otro hombre que no fue identificado, ingresó a un edificio de la calle Rivadavia 86 de la capital provincial. Ambos subieron al primer piso, en donde los esperaba una persona con la que habían pactado una transacción de cambio de dinero en moneda extranjera. Apenas la víctima les permitió acceder, extrajeron un arma de fuego lo golpearon, lo redujeron, le exigieron el dinero y le robaron. Finalmente, lo ataron con precintos y se dieron a la fuga con el efectivo y otros elementos que pusieron en dos mochilas. 

El hombre se acercó inmediatamente a una ventana y gritó que había sido víctima de robo. Dos mujeres policías que estaban en la calle Rivadavia persiguieron al acusado y, con la ayuda de otro efectivo policial, lograron aprenderlo tras cruzar el Parque Central en calle Mitre.

Durante el trayecto de huida, Díaz se despojó de un arma de fuego calibre 9 m.m, tirándola cerca de un cesto para la basura y luego, al practicársele una requisa personal se secuestró el cargador y cartuchería.

En relación al otro sujeto no identificado, se corroboró mediante filmaciones de cámaras de video, que abandonó la mochila en el pasillo de un edificio ubicado en calle Santa Fe. 

En la mochila que cargaba el imputado había 2.292.700 pesos y 7.740 dólares y además, un revólver calibre 22 largo apto para el disparo cargado con seis cartuchos. En la otra mochila, había una máquina cuenta billetes, un manojo de llaves y el celular de la víctima.

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