Duros testimonios en un juicio contra militares de la dictadura en Neuquén

Se está llevando a cabo en la ciudad de Neuquén el juicio "Escuelita VI" contra 8 ex jefes militares y ex miembros de la inteligencia del Ejército.

Locales19/06/2019
Centro Clandestino La Escuelita Neuquen

Testigos y sobrevivientes de la dictadura militar destacaron hoy el papel que jugaron los periodistas de la región con la difusión de informaciones en forma permanente acerca del secuestro y persecución de trabajadores de prensa en ese período, al declarar en el juicio "Escuelita VI" contra 8 ex jefes militares y ex miembros de la inteligencia del Ejército.

"Estoy viva por todo lo que hizo el Sindicato de Prensa", afirmó ante el Tribunal Oral Federal 1 de Neuquén la sobreviviente María Cristina Parente, detenida y torturada en la delegación local de la Policía Federal Argentina en julio de 1976.

En un testimonio desgarrador, interrumpido por la conmoción que le produjo recordar lo sucedido, Parente fue dejada en libertad poco después, regresó a su casa familiar en Punta Alta -su padre era marino- y luego de un año fue detenida nuevamente en La Plata.

Parente era periodista cuando sufrió las dos detenciones y, según lo que relató, la torturaron mientras la interrogaban por una compañera de la pensión donde residía en Neuquén, de nacionalidad chilena y que al parecer integraba el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y había huido de la dictadura de Augusto Pinochet.

Añadió que "el otro calvario" que sufrió fue en su casa, porque su padre marino "era muy violento y me castigaba por todo con golpes".

"No me suicidé porque pensé que podía ser la única sobreviviente para contar todo lo que pasó y para eso tenía que ser fuerte", sostuvo entre lágrimas.

En tanto, Teresa María Oliva, esposa del periodista Enrique Esteban (entonces corresponsal en la provincia del diario Clarín) y también ella víctima de los grupos de tareas de la dictadura, aseguró que "fueron las acciones y publicaciones de los periodistas durante tres meses lo que nos salvó".

Oliva fue secuestrada junto a Esteban el 23 de julio de 1978 a pocos metros de su casa, en el barrio Alta Barda de Neuquén. Fue liberada pocas horas después pero Esteban estuvo desaparecido tres meses en un lugar supuestamente de la Marina, cerca de Bahía Blanca.

Relató que "mi esposo en ese lapso sufrió torturas dos y hasta tres veces por día" y que cuando lo liberaron -adentro del baúl de su auto en cercanías de Tres Arroyos "había perdido 23 kilogramos de peso y estaba con la misma ropa que tenía el día del secuestro".

Tras reencontrarse, el matrimonio Esteban-Oliva y sus dos hijas decidieron abandonar Neuquén por las amenazas telefónicas recibidas en su casa, que continuaron un tiempo más en la Ciudad de Buenos Aires, donde se asentaron.

Esteban continuó desarrollando su labor periodística en la redacción central de Clarín hasta su muerte, en un accidente de tránsito en la Ciudad de Buenos Aires, en 1990.

A partir de las 8.30 continuará la ronda de testigos.

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