Los incendios forestales en el escenario global de crisis climática

El titular de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación reflexionó sobre el cambio climático y el impacto que ha generado en todo el planeta.

Nacionales24/07/2022
incendios forestales

La ola de calor que sufren la península ibérica y otras zonas de Europa ha generado la necesidad de evacuar a miles de personas y lamentar cientos de víctimas fatales por las altas temperaturas. Se registran decenas de incendios forestales y las imágenes de brigadistas que luchan contra las llamas se repiten en España, Portugal y Francia. También se combaten incendios forestales de gran magnitud en Canadá y el oeste de Estados Unidos.

Pero el hemisferio norte no es la excepción: Argentina arrancó de manera anticipada la temporada de incendios en invierno y se registran condiciones de peligrosidad en el Delta del Paraná y gran parte de la zona norte y centro del país.

A nivel global, este escenario se sucede desde hace años en un contexto marcado por los efectos del cambio climático.

Las alteraciones que provoca el ser humano en su entorno, como las formas de producción y de consumo, repercuten -entre otras cosas- en factores climáticos que predisponen a una mayor cantidad de incendios forestales y rurales, con un aumento proporcional de la severidad de los fuegos, la dificultad para su control y la duración de los eventos ígneos.

En muchas partes del mundo, incluido nuestro país, el porcentaje más alto de focos ígneos se origina a partir de causas antrópicas.

Se estima que el 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas, ya sea por negligencia, accidente o intencionalidad.

El nuevo contexto climático evidencia que deben modificarse ciertas prácticas productivas que hacen uso y abuso del fuego y las quemas.

Tenemos que tomar dimensión del daño ambiental que generan -ecocidios- y de lo riesgoso que en la actualidad son esas prácticas, ya que las condiciones de propagación del fuego son muy diferentes a las de décadas atrás.

No hay margen de error. Las quemas que suelen iniciarse en cierta época del año, en condiciones actuales de sequía -que facilita la acumulación de combustible vegetal- y bajante de ríos, esas quemas pueden escapar del control y ese fuego termina transformándose en un incendio de manera muy rápida.

El cambio climático nos demuestra eso, que se produjeron muchas transformaciones ambientales, pero los hombres y mujeres no nos hemos adecuado lo suficiente a esas modificaciones.

Ante este panorama, el Gobierno nacional fortalece el combate de incendios forestales con más presupuesto y ha incorporado nuevos brigadistas, quienes recibieron más capacitación y equipamiento.

Asimismo, se anunciaron inversiones que permitirán mejorar la capacidad de prevención, alerta temprana y ataque de todo el sistema.

Se trata del Plan Nacional de Lucha contra el Fuego que incluye fondos para los próximos 18 meses por USD 50 millones. Además, contempla la compra de camiones, camionetas, maquinaria pesada para el manejo del combustible forestal y convenios de cooperación a suscribirse con diferentes provincias y municipios para que dispongan de los fondos para adquirir las herramientas necesarias y la atención de las emergencias de fuego.

Vale recordar que a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) se despliegan recursos humanos, vehículos especiales, medios aéreos y equipos operativos como complemento a las estructuras provinciales de lucha contra los incendios, que son las responsables primarias del ataque inicial.

Pero falta una pata fundamental: la judicial.

Desde el Ministerio presentamos hace algunos días una denuncia en la Justicia Federal de Entre Ríos para la que aportamos información proporcionada por la tecnología de los Faros de Conservación, que permiten la detección de los focos ígneos de manera temprana y, gracias a la georreferencia de los terrenos, identifican el área donde se inician los incendios en el Delta.

Ahora bregamos por que la Justicia actúe, determine quiénes son los responsables de iniciar los incendios en la zona de manera recurrente y aplique las penas que correspondan.

La crisis climática nos obliga a mirar de otra manera. La situación presente nos habla de una mayor ocurrencia de eventos climáticos extremos que no podemos desconocer y, frente a este escenario global, debemos hacer nuestros máximos esfuerzos para la prevención y el combate de incendios.

Invertimos recursos, adquirimos equipamiento y fortalecemos las capacidades de los brigadistas de todo el país para robustecer el sistema federal de manejo del fuego.

Por Juan Cabandié, titular de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación 

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