Llegó la temporada de las cábalas, promesas y tradiciones

Ya empezó el Mundial Qatar 2022 y muchos argentinos hoy más que nunca hacen despliegue de sus hábitos y costumbres cabuleras.

Nacionales28/11/2022
cabalas

Para muchas personas las cábalas ya forman parte de toda la preparación para sentarse a ver un partido, se consideran sumamente importante para asegurarse de que el equipo tenga un buen resultado. Todos sabemos de tal jugador que entra a la cancha con cierto pie o ese amigo que usa la misma ropa interior que usó en el partido anterior.

Puede decirse que para cábalas los colores y es cierto que existen del estilo religioso, según el lugar en el que se encuentre la persona, según la ropa que use, la comida que coma, con quien se encuentre e incluso según los gestos que se hagan.

Muchas de ellas se buscan y otras llegan sin pensarlo, repasando lo que se hizo al momento del partido se llega a la conclusión de que cierta cosa fue la que ayudó en el resultado y se vuelve a repetir en otras ocasiones. Algunas personas las renuevan en cada campeonato, pero otras no se arriesgan y siempre recurren a las mismas.

Estas se comparten tanto adentro como afuera de la cancha. Se han conocido muchos relatos de directores técnicos o jugadores que cuentan qué es lo que hacen a modo de cábala. Por ejemplo, el DT más cabulero se sabe que fue Carlos Bilardo quien, en el año 83, compró un Renault Fuego que nunca vendió ni cambió gracias a los resultados que consiguió con la Selección Argentina.

Otra de las costumbres con este técnico era que, antes de cada partido, un grupo de los mismos ocho jugadores tenía que ir a comer panchos, hamburguesas y papas fritas al mismo shopping. Un exfutbolista también compartió que si o si en el micro que llevaba al equipo para el estadio se tenía que escuchar "Total eclipse of the heart" de Bonnie Tyler, “Eye of the Tiger” de Survivor y "Gigante chiquito" de Sergio Denis, que debía terminar en el mismo momento en el que el micro paraba en la puerta del estadio.

“En la final contra Alemania, el operativo policial fue tan efectivo que el traslado hacia el estadio Azteca no iba a durar lo suficiente para que se cumpliera el rito: por expreso pedido del plantel, el chofer transitó esas cuadras a paso lento, a pesar de las quejas de los oficiales que escoltaban el micro”, completa el relato Jorge Valdano.

Ya desde la mirada del hincha, muchas personas en los partidos más complicados hacen promesas del estilo “no me afeito la barba si ganamos”, o “me rapo la cabeza si mi equipo sale campeón”, “me tiño de tal color si metemos ese gol”. Los gestos no se dejan de lado y muchos optan por los cuernitos para mufar al equipo contario.

Se ha sabido de mucha gente que eructa cada vez que el equipo contrario tiene en posesión de la pelota. Muchos cruzan pies o brazos durante todo el partido, algunos hacen combinaciones, cruzándolos para un lado, así evitan goles y para el otro para meterlos.

El Tano Pasman comentó que, durante un superclásico, su hija se subió a una encimera de mármol para poder ver mejor el partido. Sucedió que en ese momento River hizo un gol y desde entonces hasta que se mudaron, tuvo que ver los clásicos tirado en ese mostrador. 

Muchos hinchas colocan la camiseta debajo del televisor para enviarle energía al plantel, otros optaron por hacerle nudos. Algunos escuchan la misma canción antes o durante los partidos, muchos hasta listas de reproducción para llenar de energía el ambiente. 

Últimamente, se ha dado en las redes sociales el fenómeno de buscar coincidencias entre el mundial del 86 y el actual, el famoso “elijo creer”. Esto puede tomarse como cábala o solo similitudes, pero son cosas que aumentan la ilusión del pueblo argentino y dan esperanza para los futuros resultados. Algunas son muy descabelladas, pero todo lo que ayude a que el equipo favorito gane, se valora.

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