Chos Malal vuelve a soñar desde el aire

La rehabilitación del aeródromo de Chos Malal, tras dos años de inactividad, llenó de recuerdos a los pobladores del Norte neuquino que aún guardan en la memoria la época de esplendor, cuando la conectividad aérea al interior de la provincia era una realidad.

El gobernador Rolando Figueroa, nativo de esta región, no fue la excepción y lo explicitó en su discurso: “Tener un aeropuerto en Chos Malal nos da la posibilidad de poder concretar esos sueños que durante años hemos ido proyectando”, dijo.

Recordó que con el correr de los años “hemos perdido el aeropuerto de Las Ovejas, el de Caviahue y el de Loncopué”; sin embargo, remarcó que en estos meses de gestión lograron poner en marcha el aeropuerto de Zapala “y nos tocaba, después de una gran inversión, conectar a la región Norte, desde la conectividad aérea, con el resto de la provincia y del país”, indicó.

 Juan Carlos Milano, Guillermo Osvaldo “turco” Arabia y Jorge Pereira.
Desde el palco, tres personas escuchaban atentamente al gobernador y asentían: El ex jefe del aeródromo de Chos Malal, Guillermo Osvaldo “turco” Arabia y dos ex pilotos de Transportes Aéreos Neuquén (TAN), Juan Carlos Milano y Jorge Pereira. Cada uno desde su rol formó parte de la historia de la aeronavegación neuquina, impulsada durante cuatro décadas por la empresa provincial TAN que operaba como línea de fomento con el objetivo principal de mejorar la calidad en la vida de los habitantes.

Conectividad aérea, TAN y Chos Malal

Ellos son parte de la época en que el aeródromo de Chos Malal tenía mucha actividad. Atesoran anécdotas de los días en que una aeronave de TAN unía personas y sueños. Tras la inauguración de las obras por parte del gobierno provincial, Arabia, Milano y Pereira compartieron parte de esas historias.

Una de ellas ocurrió durante el embarque de los pasajeros que viajaban a Zapala en un vuelo comercial de un avión Navajo Piper de TAN. Uno de los pasajeros estaba con su perro y no quería dejarlo allí, en Chos Malal, si no que deseaba trasladarlo con él a Zapala. 

Mario Mástice, quien era el piloto de la aeronave y a la postre fue declarado ciudadano ilustre por haber creado el Escudo y la Bandera de la Provincia, resolvió el problema de una manera práctica: le preguntó al resto de los pasajeros si tenían inconvenientes en viajar con el perro y como ninguno puso reparos, el hombre pudo finalmente viajar con su mascota a pesar de que en esos años no era habitual trasladar animales en avión.

En otra ocasión, una misión sanitaria debió llevar a una mujer embarazada hacia Neuquén, debido que la paciente tenía problemas para dar a luz y en Chos Malal no contaban con el equipamiento adecuado para asistir el parto. Luego del aterrizaje y de que se detuvieron los motores de la aeronave, el equipo médico subió para asistir a la mujer e iniciaron el despegue. Una vez en el aire, el médico les avisó a los comandantes que ya contaban con un nuevo pasajero y que era un varón: TAN contaba con su primer nacimiento en cielo neuquino.

La aerolínea provincial llegó a tener cuatro vuelos semanales desde Neuquén a Chos Malal. Lunes, miércoles, jueves y sábado despegaba desde el Aeropuerto “Presidente Perón” a las 8 con regreso a las 9.40.

Además, realizaba los martes vuelos entre Neuquén, Zapala y Chos Malal. Lunes, martes, jueves, viernes y sábado unía Neuquén y Chapelco. Dos veces por semana cumplía la frecuencia con Rincón de los Sauces y los miércoles volaba de Neuquén a Las Lajas y Loncopué.

También incluyó rutas hacia otras provincias. Voló a las ciudades de Bahía Blanca, Mendoza, Río Grande, Río Gallegos, Puerto Deseado, Puerto San Julián e incluso a la República de Chile.

Custodio Gutiérrez, actual jefe del aeródromo Chos Malal, recuerda con orgullo haber sido parte de TAN. “La empresa provincial dejó de volar en 1998. Nos vendieron las herramientas. El aeródromo quedó desolado. Si bien hubo algunas otras empresas, nunca fue igual que con TAN en su mejor época”, recordó.

El 5 de marzo de 1998 TAN tocó por última vez el suelo de Chos Malal, después de 26 años de realizar vuelos semanales dejó de volar a la capital histórica de los neuquinos, quedando el norte aislado de conectividad aérea. Producto de la privatización de la aerolínea, dejaba de ser rentable la ruta.

Sobre la reinauguración del domingo 4 de agosto, Gutiérrez opinó que “lo que está pasando ahora para mí es algo muy grande, una obra importante, hemos pasado muchísimas cosas en este aeródromo”.