Aseguran que esta edición fue la más limpia en la historia de la Fiesta de la Confluencia

Cada madrugada, un batallón de trabajadores municipales de limpieza urbana llegaba a la Isla 132 con sus herramientas para dejarla impecable y recibir espléndida a los miles de visitantes que disfrutaron de la Fiesta Nacional de la Confluencia, que convocó a artistas populares y a muy buenos de la región, ganadores del certamen Pre Confluencia.

Locales11/02/2025
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Cada madrugada, un batallón de trabajadores municipales de limpieza urbana llegaba a la Isla 132 con sus herramientas para dejarla impecable y recibir espléndida a los miles de visitantes que disfrutaron de la Fiesta Nacional de la Confluencia, que convocó a artistas populares y a muy buenos de la región, ganadores del certamen Pre Confluencia.

Los trabajos comenzaron mucho antes del inicio del festival, comentó Cristian Haspert, subsecretario de la cartera que condujo estas tareas: “12 días previos levantamos hasta la roseta, las tapitas de gaseosas, las bombillas y las cucharitas de helado, todo impecable esperando a la gente que llegaba al predio temprano”.

Contó que elaboraron un aceitado protocolo de limpieza del que participó la friolera cantidad de 150 empleados. Fue reforzado con equipamiento y la incorporación de 50 canastos y 20 cajuelas de 20 metros cúbicos en sitios estratégicos para que los visitantes pudieran arrojar sus residuos.

A primera hora del día los camiones dependientes de la secretaría de Movilidad y Servicio al Ciudadano pasaban a retirar los desechos, camino al Centro de Disposición Final ubicado en la meseta, para recibir a los visitantes.

“Una vez que el predio quedaba vacío y se terminaba de ir la última persona, activabámos un protocolo de limpieza y el viernes, el día que hubo mucho viento, pusimos en marcha uno especial”, apuntó Haspert.

“Si no actuábamos rápidamente el residuo liviano podía parar al río por las ráfagas, así que 70 empleados se acercaron con bolsas durante los espectáculos a las personas que pasaron horas y horas en el mismo lugar para no perder su sitio preferencial, y así recogieron botellas, vasos, los papeles y cartones y más”.

“Esta edición fue, sin dudas, la más limpia en la historia de la Fiesta de la Confluencia”, celebró Haspert.

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