Vaca Muerta antes venteaba el gas y hoy se cuenta como proveedor clave en la integración eléctrica regional

El megayacimiento neuquino podría generar en 2030, una producción estimada de 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de m3 de gas por día.

Energía y Minería17/11/2024
Vaca Muerta

Ante la sola posibilidad de que el verano sea más caluroso que lo normal surgió de inmediato la hipótesis de cortes de luz por afectar la infraestructura energética y poner en riesgo el abastecimiento de la demanda.

No es el único fenómeno que produce este desequilibrio, sino que se suma al cambio climático, sequías extremas, inundaciones e incendios forestales, un combo que cada país de América Latina y El Caribe viene afrontando a medida que surgen las consecuencias.

La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) elaboró una propuesta de integración energética en la región que comprende la construcción de infraestructura de interconexiones o aprovechamientos entre países que comparten frontera, como también la creación de espacios favorables para compartir experiencias, buenas prácticas y desarrollar un trabajo conjunto para la planificación.

Ampliaciones de infraestructura
El gas de la cuenca neuquina ocupa un lugar central en la nota técnica elaborada por OLADE sobre la situación de la integración eléctrica en América del Sur, disponibilidad que descuenta se seguirá profundizando en los próximos años con las ampliaciones en la infraestructura de transporte y las inversiones en upstream que se están llevando adelante.

Además de destacar el rol que podría ocupar la Argentina para asegurar el suministro eléctrico a nivel regional gracias a sus abundantes recursos provenientes de Vaca Muerta, en el estudio se hace un análisis de los intercambios que se efectuaron entre el país con las naciones vecinas.

Entre 2020-2023 los intercambios entre la Argentina y Brasil fueron crecientes, alcanzando los 900 MW-medios anuales en 2023 y un factor de uso de las conversoras de frecuencia (ya que la Argentina y Brasil tienen una frecuencia distinta) del 45%.

Cambios hidrológicos
Esto fue así porque en ese periodo la situación hidrológica de Brasil comenzó a mejorar sensiblemente mientras que el mercado eléctrico argentino debió sortear diversos obstáculos como: la bajante histórica del río Paraná que afectó la generación de Yacyretá, los bajos aportes de Salto Grande y de las centrales del Comahue, los altos precios de los combustibles líquidos y del Gas Natural Licuado (GNL) (por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania). 

De yapa, las olas de calor que pusieron en jaque y llevaron al límite al sistema.

En cuanto a la represa hidroeléctrica de Salto Grande, los intercambios de excedentes fueron acotados en los últimos años, con una distribución promedio 50/50 entre la Argentina y Uruguay, según precisaron.

El mayor desvío en la distribución de la generación se observó sobre fines de 2023 y principios de 2024, con un aumento en la participación argentina.

Respecto al intercambio con Paraguay por la central binacional Yacyretá, se destacó que la Argentina consumió la mayor parte de la generación de la central, con una participación del 90% para el período 2017-2024. 

Mientras que Paraguay incrementó su participación desde mediados de 2019, fenómeno que se explica por la menor generación total de la central.

La presentacióno de OLADE
Los especialistas Medardo Cadena, Fabio García y Esteban Kiper, bajo la dirección de Andrés Rebolledo Smitmans, secretario ejecutivo de OLADE, y Fitzgerald Cantero Piali, director de Estudios, Proyectos e Información, hicieron la presentación, donde se sugiere que Argentina tendrá que desempeñar un rol de respaldo térmico regional para la generación intermitente, así como también que oficie de garantía de suministro ante eventos hidrológicos extremos en los países limítrofes”.

Las abundantes reservas de gas natural que posee en la formación patagónica podrían abastecer a centrales a fin de que utilicen este recurso para generar energía, en reemplazo de los combustibles líquidos, lo que tendría un impacto económico y también ambiental, puesto que al mismo tiempo permitiría reducir las emisiones.

Necesitarían de una nueva infraestructura de interconexión con países como Brasil y Chile, en los que existen también gasoductos o proyectos de gasoductos que podrían cumplir el mismo rol.

Inventario
Actualmente, el país consume diariamente 500.000 barriles de petróleo y 130 millones a 150 millones de m3 de gas dependiendo de factores estacionales. 

"Lograr una producción diaria de 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de m3 de gas, tendrán un impacto directo en la generación de divisas para el país por la exportación de excedentes", se aseguró.

Hace diez años, la balanza comercial del sector fue deficitaria en más de US$6.500 millones mientras que al 31 de agosto de este año se acumulaba un superávit superior a los u$s 3.000 millones. 

El desarrollo masivo de Vaca Muerta y la puesta en producción de los proyectos de infraestructura ya anunciados y en marcha, podría elevar este superávit a más de u$s 30.000 millones para 2030, desplazando al sector agrícola como principal generador de divisas.

Consideraron que “el calor, las inundaciones y las sequías afectan a nuestros países. Esto genera muchas complicaciones para el manejo de nuestras matrices energéticas. Por eso, queremos que se den soluciones para garantizar el suministro y que eso llegue a todos los habitantes”.

¿Cuáles son los proyectos de integración que están en construcción y desarrollo? 

Por un lado, se encuentra el Sistema de Interconexión Eléctrica Andina (SINEA) que reúne a Chile, Colombia, Ecuador y Perú. También, el Sistema de Integración Energética de los países del Cono Sur (SIESUR), que involucra a la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay -que además contempla la incorporación de Bolivia- y el Arco Norte que busca la interconexión de Brasil con los países de la costa norte de Sudamérica -Guyana y Surinam- al que se incorporaría Guayana Francesa.

Hoy, la formación neuquina se encuentra a las puertas del esperado desarrollo masivo y es un atractivo foco de inversión por el potencial que le resta despegar aún en el marco de la transición energética.

PWC
Ante ese escenario, la consultora global PWC -una de las Big Four como se las conoce en el mundo que emplea a 370.000 personas en 149 países- desarrolló un trabajo dirigido a inversores internacionales en el que destacó el estado de situación, los desafíos de infraestructura pendientes y la posibilidad de convertir a los hidrocarburos no convencionales en "El futuro de la Argentina", tal como se titula el paper.

De acuerdo con las proyecciones de la consultora, Vaca Muerta podría generar un superávit en la balanza energética de u$s 30.000 millones en 2030, con una producción estimada de 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de m3 de gas por día. 

Desde el inicio de su explotación, las inversiones en estos yacimientos alcanzarán los US$200.000 millones.

"Vaca Muerta tiene la capacidad geológica de llevar al país a niveles de producción nunca vistos. En este nuevo escenario, el interés de las empresas locales e internacionales en invertir en petróleo y gas no convencional es muy significativo dado el alto potencial que tiene Vaca Muerta. En los últimos meses, se realizaron anuncios importantes y compromisos de inversión donde el gobierno acordó con distintos actores, nuevas reglas de juego que la hacen aún más atractiva", aseguró Ezequiel Mirazón, socio de PwC Argentina, líder de Energía, Utilities y Minería.

Sin embargo, esas ambiciosas proyecciones de producción dependerán de la velocidad de las inversiones futuras, las que se estiman en unos u$s 120.000 millones, "algo posible de lograr ya que tras más de una década desde su inicio, Vaca Muerta demostró estar a la altura de sus pares en Estados Unidos", tales como Permian e Eagle Ford, que producen aún, a niveles superiores.

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