Advierten que el uso excesivo de pantallas en los más chicos puede afectar el habla

El celular y la televisión son los principales dispositivos que utilizan, lo que disminuye su vocabulario.

Nacionales16/02/2025
bebe celular

Un estudio publicado de manera reciente en la revista científica Plos One advierte que el uso prolongado de las pantallas por parte de los bebés y las infancias puede afectar sus habilidades lingüísticas. El equipo de investigación evaluó, a través de informes de los padres, a casi dos mil menores de entre uno y cuatro años provenientes de 19 países de América Latina.

En la gran mayoría de los casos, los niños estaban expuestos principalmente a la televisión y al celular mucho más tiempo de lo que recomiendan los organismos internacionales y las asociaciones de pediatría. El ministerio de Salud de Argentina, por caso, sugiere que los niños no utilicen pantallas ni dispositivos electrónicos antes del año y medio de edad y que, a partir de los tres años, el límite sea una hora por día acompañados de un adulto.

“Notamos que cuanto más tiempo los infantes y los bebés usaban las pantallas, menor era la cantidad de vocabulario que tenían. A su vez, encontramos que aparecían más tardíamente los hitos del desarrollo del lenguaje, como por ejemplo, decir las primeras palabras, usar consonantes o emitir la primera oración”, cuenta Lucas Gago Galvagno, investigador del Conicet y coordinador del estudio, a la Agencia de noticias científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

En esta línea, el equipo de investigación registró que los infantes utilizaban, en promedio, una hora y media más por día. “También encontramos que hay mucho uso de televisión de fondo en el hogar con la familia. Por ende, esto podría obstaculizar también el aprendizaje del infante debido a que hay ruido constante”, detalla el doctor en Psicología.

Asimismo, se tuvieron en cuenta factores como el nivel socioeconómico de las familias de las infancias y, en este sentido, advirtieron que el uso de pantallas era mayor en aquellos entornos vulnerables. Las causas pueden ser la falta de acceso a información sobre las consecuencias negativas o la ausencia de alternativas como espacios al aire libre para jugar.

Buscar el impacto positivo

Ahora bien, el experto plantea que el uso de las pantallas puede ser beneficioso si se hace con responsabilidad. Esto es, acompañado por un adulto y que el contenido que se consuma por los infantes sea apropiado para su edad y que sea de tipo educativo, donde tenga que interactuar o aprender palabras y colores. Según data la investigación, casi el 60 por ciento de los infantes que utilizó las pantallas consumió entretenimiento, seguido de música y, en tercer lugar, contenidos educativos.

El estudio concluye que es necesario reforzar las políticas públicas que incentiven el uso responsable de las pantallas. “Cuanto más acompañado por un adulto sea el uso y cuantas más alternativas de juego tradicional o uso de libros haya, mayor es el impacto positivo en el desarrollo cognitivo”, explica Galvagno. Y continúa: “Si ya encontramos que el uso desmesurado de pantalla genera efectos desde el primer año de vida, es importante que intervengamos y sigamos generando conocimiento a los cuidadores primarios”.

Además, en relación a la situación que vive el país ante la ausencia del Estado, el especialista manifiesta: “Instamos al sector público y privado a trabajar en esta área y que no se haga un retiro de fondos para el público ya que iría en detrimento de promover una mirada responsable sobre el desarrollo cognitivo temprano”.

Por Luciana Mazzini Puga - Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

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